Siglos XIII-XVI:Divinidad y humanidad
La conversión al cristianismo del Imperio Romano a finales del siglo IV inició una larga relación de 1.000 años entre el arte y la fe, inextricablemente entrelazados. En esta época, las decoraciones de las iglesias, tanto pinturas como esculturas, sirvieron para glorificar al Señor. Los temas trataban principalmente de doctrinas religiosas, enseñanzas morales, los santos, historias de la Biblia y parábolas, mientras que las obras mantuvieron el aspecto simbólico y decorativo en sus expresiones artísticas. Desde la Alta Edad Media, sin embargo, la gente pasó a estar cada vez más preocupada por sus propios valores, la vida secular y el mundo objetivo. Además, bajo la influencia del Renacimiento y el Clasicismo, el arte se desarrolló gradualmente en una forma que representaba la naturaleza, el realismo y los ideales de belleza.