Los enormes cambios que la invención de la música mecánica traería al mundo debían haber sido inimaginables por parte de sus inventores y artesanos. Pero sus visiones crearon nuevas e infinitas posibilidades. Los compositores pronto serían capaces de dejar atrás las grabaciones exactas de su música para ser escuchadas por las generaciones, los individuos serían capaces de escuchar música sin tener que aprender a tocar un instrumento por sí mismos y, finalmente, la música sería reproducida en cualquier lugar, incluso en un coche, sin la necesidad de que los músicos estuviesen presentes.
La primera parte de la historia de la música mecánica vio cómo brillantes inventores encontraron la forma de escribir la música en materiales como clavos sobre tambores giratorios o agujeros sobre el papel. Muchos de los instrumentos mecánicos increíblemente complejos que estos inventores construyeron para reproducir automáticamente la música usando sus nuevos materiales codificados de forma sencilla aparecen en esta exposición.
La siguiente parte utiliza máquinas desde los primeros fonógrafos hasta los equipos electrónicos modernos de control para contar la historia de cómo las mentes humanas más brillantes usaron métodos científicos para capturar y luego reproducir la música.